Recientemente, el Fondo de Impacto Social (FIS), gestionado por COFIDES, ha invertido 15 millones de euros en GSIF España, fondo centrado en pequeñas y medianas empresas españolas que están transformando la economía con una misión clara: crecer generando oportunidades para quienes más lo necesitan.
Porque no todas las pymes son iguales. Algunas se enfocan en transformar su entorno y demuestran que es posible crecer incluyendo, innovar desde los márgenes y generar valor compartido. GSIF España se dedica precisamente a identificarlas, acompañarlas y ayudarlas a escalar para multiplicar su impacto.
Este fondo, gestionado por Global Social Impact Investments (GSI), tiene una misión clara: invertir en empresas que no solo son rentables, sino que además generan oportunidades para colectivos tradicionalmente olvidados por el mercado laboral. Personas con discapacidad, jóvenes sin experiencia previa, migrantes, mujeres en situación de vulnerabilidad, parados de larga duración…
La entrada del FIS en GSIF España supone reconocer que el impacto social no puede seguir siendo una nota al pie en la agenda económica. Como explicaba Raúl Sánchez, director de inversiones de impacto en COFIDES, en esta noticia publicada en el medio especializado Impact Investor, más del 60% de los fondos de impacto en España están centrados en el cambio climático. Invertir en GSIF España permite a COFIDES equilibrar la balanza y poner foco en desafíos sociales urgentes.
En la práctica, esta inversión significa que, gracias a esta alianza, más pymes con impacto podrán crecer. Que se crearán más empleos inclusivos. Que se prestarán más servicios esenciales adaptados a personas en situación de vulnerabilidad. Que surgirán nuevas oportunidades en zonas rurales, entornos desfavorecidos o sectores tradicionalmente ignorados.
Y es que GSIF España ya ha demostrado que este modelo funciona. Hasta la fecha, ha beneficiado directamente a más de 4.000 personas pertenecientes a colectivos vulnerables y ha facilitado más de 50 millones de productos o servicios inclusivos en toda España. Todo ello desde una lógica empresarial: invirtiendo en compañías rentables, bien gestionadas y con alto potencial de crecimiento sostenible.
Por eso esta inversión importa. Porque demuestra que hay otra manera de hacer las cosas. Que lo social no es un gasto, sino una oportunidad. Que rentabilidad y propósito no son términos opuestos, sino dos fuerzas que, cuando se combinan, pueden mover montañas.
Con su inversión, el FIS ha respaldado a un fondo que cree en las empresas que creen en las personas. Y en ese respaldo, encontramos no solo una buena noticia, sino una señal poderosa de que el futuro que imaginamos, más justo, más inclusivo, más resiliente, es también financieramente posible.